lunes, 15 de enero de 2007


HISTORIA COMUN
(Cuento)


Mientras esperaba a que abrieran la tienda de hilos y telas, vi asomada en la ventana del edificio de enfrente a una perrita y claro, sabía que era hembra pues tenía un par de moños rosas en las orejas.

Ella veía pasar los autos, personas y todo lo que transitaba por la calle. Al notar mi presencia, me miró, movió ligeramente la cabeza de lado y dijo:

- Hola señora. ¿Usted es ama de alguien como yo?

- Si –
le contesté – Yo tengo un perrito pastor alemán –

- Y cual es su historia? –
me preguntó

Le dije cómo había llegado Jack a la familia; mientras ella escuchaba atentamente. Realmente no era una historia fuera de lo común, ni de grandes detalles.

Su cara se llenó de nostalgia y entonces me atreví a inquirir:

- ¿Como ha sido la tuya?

Con carita de tristeza, dijo:

- Mi historia no es muy larga. Nací una noche de invierno. Tuve 2 hermanos y 1 hermana, de raza maltés, según sé. Estuvimos felices un tiempo, aprendiendo de mamá –

- Un día, llegaron por mis hermanos. Otro día, por mi hermana y después por mí. Fueron unos jóvenes que querían regalarme a una persona mayor. Era su tía, soltera y vivía sola.

- Mientras fui pequeña, ella estaba feliz, pero crecí pronto. Después enfermó, creo que olvidaba todo y yo jugueteaba demasiado.
- Un día, sin quererlo, me atravesé entre sus pies, haciéndola caer. Eso la enfureció, abrió la puerta y me sacó.

- Cuando estuve afuera, me quedé ¡impávida! ¡Nunca había visto tantos movimientos!. Quise atravesar la calle y tremendo ruido en mis oídos, me hizo correr sin rumbo –

- No supe a dónde fui; llegó la noche y no tuve mas que meterme debajo de un auto para dormir, pues no sabía cómo regresar. Tenía hambre, sed y mucho frío.

- Lloré tanto, sin acertar a comprender, ¿por qué me había echado a la calle, si sabía que yo nunca había salido de su casa? –

Al escuchar parte de su historia, sentí que el corazón se me estrujaba y enmudecí; entonces continuó:

- Así amaneció y no tuve mas que caminar durante muchos días y noches, entre autos, gente y perros con amenazantes colmillos. Fatigada, comiendo lo que encontraba y bebiendo de los charcos, encontré una reja donde cupe perfectamente, ya que comenzaron a notarse mis huesos, que eran cubiertos por mi largo y enredado pelambre –

- Al día siguiente, salía un hombre de su casa. Notó mi presencia y entró nuevamente. “!Cuán grande fue mi alegría al ver que traía 2 trastes en sus manos, uno con comida y el otro con agua limpia.

- Me llamó: “Estopa, ven, come, aquí te lo dejo”- subió a su auto y se fue.

- Me acerqué cautelosamente, olisqueé el contenido y al fin pude comer como hacía mucho tiempo no lo hacía; refugiándome nuevamente tras la reja –

- Pasaron los días y aquel hombre, seguía alimentándome, llamándome “Estopa, ven”, hasta que al fin decidí a acercarme a el. Puso su mano en mi cabeza diciéndome: “
pobrecito de ti, ¿quién será tu amo? ¿de dónde te saliste?”.

Empezaron a brotarme lágrimas, al escuchar aquel relato que continuó;

- Al día siguiente, aquel hombre me tomó en sus brazos, cortó mi enredado pelaje ya que era casi imposible lavarlo y en una tina de agua tibia, tuvo que bañarme varias veces, descubriendo que era hembra y de color blanco; mientras murmuraba: “!Qué barbaridad! ¡Si parecías una estopa de mecánico!”, “ahora quedarás muy linda” -

Su cara se transforma, yo me alegró de aquel suceso y finaliza:

- Ahora vivo aquí. La familia me llama “Annie”, soy feliz pues tengo un amo y mucho cariño! .

Llega un auto; un hombre se baja, abre el estacionamiento. Annie brinca de emoción al verlo llegar y dice:

- Disculpa, me tengo que ir. Voy por la correa para que me lleven a pasear! –

En ese momento abren la puerta de la tienda. Yo volteo a la ventana y me llevo en el alma su imagen y la gran historia de “Annie”.

FIN

(15-OCTUBRE-2006)
(286)“DESTELLOS CRISTALINOS”
Registro Derechos de Autor: 03-2006-122009472900-14

1 comentario:

Anónimo dijo...

Rosa María Baeza Miranda:

Una mascota es un gran amigo en la infancia y en la adultez, ya lo dijo Lord Byron "entre más conozco a los hombres, más quiero a mi perro" y así es que he tenido 4 perros para solventar la ausencia de los verdaderos "amigos"