LA OSTRA Y EL CORAL
(Cuento)
Esta es la historia de un coral negro y una bella ostra, que vivían en un gran arrecife.
A pesar de ser diferentes, nació entre ellos el maravilloso sentimiento del amor, mas tristemente, sólo podían verse a lo lejos y en silencio.
Cierto día, la ostra pensó:
- “Formaré una perla tan grande, que no quepa en mí y la enviaré a sus plantas; de esta forma, podré estar junto a él” -
Asimismo, el coral también hacía esfuerzos para llegar a ella y pensaba:
- “Extenderé mis ramas hasta poder alcanzarla, de esa manera, la abrazaré por siempre y nunca más nos alejaremos”-
Sucedió que un día, el coral creció tan frondoso que alcanzó a la bella ostra. Ella, a su vez, había formado una perla tan grande, como nadie pudo haber visto.
Así, pasaron los años y juntos empezaron a envejecer; mas un día vieron la figura de un hombre que nadaba en las cercanías y al descubrir tan bella escena, se quedó estupefacto, contemplándolos con admiración.
Tras un breve instante, el buzo comprendió la grandeza del amor que esos dos seres se tenían y sintió el deseo de perpetuarlos.
Con cierta duda, tomó su cuchillo, cortó el brazo del coral y desprendió de la roca a la hermosa ostra con su perla.
Una vez en su barco, el hombre pensó:
- “Los cubriré de oro y plata, para que sean eternos en su amor, mas sólo podrán verlos, aquellos que puedan amar de la misma manera” –
Cuenta la historia que la joya permanece en una caja de cristal, en el Palacio Real de los Sueños y tal como el buzo lo predijo, sólo han podido ver tan hermosa escena, los que han sentido un gran amor.
FIN
(6-JUNIO-2004)
“MIS PRIMERAS RAICES EN LA MAR...”
REGISTRO DE DERECHOS DE AUTOR: 03-2005-0414133-71100-14
(Cuento)
Esta es la historia de un coral negro y una bella ostra, que vivían en un gran arrecife.
A pesar de ser diferentes, nació entre ellos el maravilloso sentimiento del amor, mas tristemente, sólo podían verse a lo lejos y en silencio.
Cierto día, la ostra pensó:
- “Formaré una perla tan grande, que no quepa en mí y la enviaré a sus plantas; de esta forma, podré estar junto a él” -
Asimismo, el coral también hacía esfuerzos para llegar a ella y pensaba:
- “Extenderé mis ramas hasta poder alcanzarla, de esa manera, la abrazaré por siempre y nunca más nos alejaremos”-
Sucedió que un día, el coral creció tan frondoso que alcanzó a la bella ostra. Ella, a su vez, había formado una perla tan grande, como nadie pudo haber visto.
Así, pasaron los años y juntos empezaron a envejecer; mas un día vieron la figura de un hombre que nadaba en las cercanías y al descubrir tan bella escena, se quedó estupefacto, contemplándolos con admiración.
Tras un breve instante, el buzo comprendió la grandeza del amor que esos dos seres se tenían y sintió el deseo de perpetuarlos.
Con cierta duda, tomó su cuchillo, cortó el brazo del coral y desprendió de la roca a la hermosa ostra con su perla.
Una vez en su barco, el hombre pensó:
- “Los cubriré de oro y plata, para que sean eternos en su amor, mas sólo podrán verlos, aquellos que puedan amar de la misma manera” –
Cuenta la historia que la joya permanece en una caja de cristal, en el Palacio Real de los Sueños y tal como el buzo lo predijo, sólo han podido ver tan hermosa escena, los que han sentido un gran amor.
FIN
(6-JUNIO-2004)
“MIS PRIMERAS RAICES EN LA MAR...”
REGISTRO DE DERECHOS DE AUTOR: 03-2005-0414133-71100-14
2 comentarios:
si
Bindi:
Qué hermosura de cuento, me envolvió con las ramas de ése su coral de letras, para apreciar la gran valía de su amistad.
Saludos
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