miércoles, 13 de junio de 2007


¿CÓMO LE EXPLICO A MI GUITARRA?

Para el Padre Wilfredo Puentes Hernández

¿Cómo le explico a mi guitarra
que sus acordes me cautivan
y en las cuerdas que se rasgan
hay sentimientos y melodías?

¿Cómo decirle cuando la veo
reposando en el mueble de mi vida
que en la soledad me brotan
cantares de tristeza y alegría?

Guitarra de madera vibrante
jamás el árbol imaginó
que su vida me daría acordes
que su savia en tí vivió

Y es cuando te miro
que saltan las notas del alma
y abrazando tu cintura
rasgo los acordes de mi guitarra.

(8-ENERO-2007)
“TESORO DE RECUERDOS”
Registro de Derechos de Autor: 03-2007-060613263500-14

viernes, 8 de junio de 2007


GRITOS DE FUEGO

A través de mi ventana
con ojos de noche,
largas lenguas amarillas
devoran al bosque;

escucho gritos de fuego
de habitantes desesperados,
árboles en crujidos
levantan ramas de infierno;

¿quién se ha atrevido
a provocar semejante griterío?,
la sequedad se oculta
ante absurdo hecho impío;

pasos apresurados de hombres
aproximan tierra caliente,
luchan aceleradas batallas
que sofoquen al infierno ardiente;

¿ante quienes estamos?,
¿es tal vez el monstruo
que levanta el cetro del triunfo?
¿o quizá el que abre
el final del regalo divino?.


(16-FEBRERO-2007)
“TESORO DE RECUERDOS”
Registro de Derechos de Autor: 03-2007-060613263500-14

lunes, 4 de junio de 2007


MUJER AUTOCTONA

A la mujer autóctona de México

Mujer morena, de raza pura,
reposa en tu espalda,
la trenza negra,
con listones enredada;

Vistiendo la blancura,
bordada de girasoles,
tus pies desnudos tocan
la suave tierra mexicana;

¿Por qué bajas la mirada
y escondes lo profundo de tus ojos?,
¿por qué son tus pasos,
menudos y silenciosos?;

Mujer sin mezclas,
ceñida cadena en tu pecho,
es la especial manera,
en que amarras el reboso;

¿Acaso es el manto que te cubre?,
o ¿la cuna en donde arrullas,
la pesadumbre de tu humildad?;

Atesoras en tu haber,
ancestros conocimientos,
sapiencia de la naturaleza,
en herbolarios medicamentos;

Predices temporales,
sobre campos sembrados,
pares cual la milpa,
que rompe las entrañas de la tierra;

El dulce lenguaje,
que emana de tu boca,
enaltece el dialecto,
endulzando los oídos,
como flores con néctar;

De tu piel de bronce,
irradian rayos del sol,
rocío matinal se vierten
en los campos de la noche,
donde brotan esencias de vida,
recompensando tu existir;

¡Mujer sencilla y autóctona!,
¡yergue la mirada altiva!,
¡que la patria es testigo,
de tu legítima tradición!;

¡Que por ti sean extendidas
alfombras que te enaltezcan,
y trasciendan las raíces,
de mi orgullosa nación!.

(12-MAYO-2006)
“JARDÍN CELESTE”
Registro de Derechos de Autor: 03-2006-052311390600-14